lunes, 9 de julio de 2007

La noche que nevó en Bs As

Siempre que haya un uno en el numerador existe una oportunidad. Y es que a mí nunca me convenció el estudio de la probabilidad. Con ella se pueden interpretar muchas cosas, se pueden inferir algunas más y adivinar otras tantas. Pero nada es totalmente seguro. El uno del numerador da lugar a la excepción. Y aunque ella puede tardar toda una vida, en un momento llega y no queda más que afrontar su abrumadora presencia.

La Belu y yo decidimos abrir un bar. Cuando lo inauguremos llevará el nombre de Amores imposibles. La idea era tener un bar que estuviera siempre abierto. Así, cada que uno de nosotros tuviera una decepción amorosa sólo bastaría con una llamada y un: "caí de nuevo... nos vemos allá". Porque pasa que, como dice Lichis, la falta de amor llena los bares, y a nosotros nos hace falta ese bar. Porque creemos que muchas de nuestras historias han terminado mal. Porque ese uno en el numerador que es el amor baila sobre infinitas posibilidades de fracaso.

Pero esta noche nevó en Buenos Aires. Después de años y años de no hacerlo, ¡nevó en Buenos Aires! Contra todas las posibilidades, ¡nevó! Y no nos queda más que sonreír. Sonreír, mirarnos al espejo y decirnos que, aún para nosotros los que amamos los amores imposibles, existe una posibilidad. Y esa, un buen día termina por llegar. No podemos decir cuando ni como, pero sólo nos resta esperar. Puede que un buen día a la Belu y a mí, ese uno nos encuentre, a cada quien en su camino, y que ese bar de tristezas perpétuas, nunca llegue a inaugurarse. Esperemos...

2 comentarios:

Érika B Carrillo dijo...

Otro Florentino Ariza... Válgame dios.
La vida es corta y globalizada como para perder el tiempo en amores azarosos, pero abrir el bar me parece fantástico. En Xalapa existe uno que no cierra nunca y consta ante notario público. "EL CALIFORNIA". Está lleno de prostitutas, obreros, jipis e intelectuales borrachos. Mide 3x8m y apesta a pinol y a cigarro; una vez adentro todo es amor y tetas (¿lolas?)...

Bon chance codino.

Soledad dijo...

Pues... yo quemaré ese bar si existe eh....jajajaja No te creas, supongo que seré clienta frecuente hasta que en una borrachera fatal terminé quemandolo. De la librería, tampoco quedará ni rastro.

Diplomacia

Sólo les produce gracia, lo que causa indignación, y a encubrir la corrupción, lo nominan «diplomacia». Y consideran audacia, que lo justo y...