martes, 12 de junio de 2007

Metablog # 2: De sol y Soledad

Inició con una promesa, cinco comentarios bienintencionados y un bebé con sombrero de copa. Treinta y siete posts más tarde, una de mis mejores amigas, irónicamente llamada Soledad, nos ha regalado imágenes y letras plagadas de eso que me esfuerzo por describir desde hace unos días: belleza, sentido, pequeñas perlas perdidas en el fondo del océano. La dirección es http://solsoledad.blogspot.com/ y de entrada advertiré que es un blog en constante cambio. Se le ha visto pasar de blanco a negro, con imágenes cambiantes, lo mismo una presa que una mano a través de un cristal. Leer a Soledad resulta una experiencia al mismo tiempo desgastante que gratificante. Ella misma describe su vida como una montaña rusa. Como la vida de todos, uno podría decir. Con altas y bajas, pero ella rara vez se encuentra cómoda en la seguridad de las planicies. Parece tratarse de una persona que ha asumido el riesgo de vivir, cuyo precio son las heridas, pero la insuperable alegría de las cosas que duran, su paga. De todo ello nos podemos dar cuenta al leer cada uno de los posts que componen DE SOL Y SOLEDAD. Cine, poemas, críticas, pensamientos, esperanza, dolor, alegría. No falta nada. Para aquel que sepa ver, resulta una visión profunda de nuestra condición humana. Porque Soledad no se miente ni nos miente. No nos endulzará los malos momentos, ni disfrazará los buenos. Parece haber entendido que uno de los compromisos de todo aquel que se digne llamar humano, es el de la honestidad. Porque "si te disparan, sangras" decía el director de cine cuando le preguntaron porqué hacía sus películas tan sangrientas. Quisiera recomendarles algún post en especial, y creo que me permitiré un capricho personal: Sputnik, mi amor - Haruki Murakami. Si no han leído el libro, háganlo. Todo aquel que crea en los sueños y en que no todo está escrito, debe hacerlo. Si se dejan convencer, puede que tengan una de las aventuras más emocionantes de su vida. Y Soledad nos regala algunos de los fragmentos más bellos. Hace unos días escribía que no nacemos sabiendo gozar. Y ¿cómo hemos de aprenderlo? Después de leer a Soledad, me doy cuenta que tal vez aprendamos a gozar a través de los demás. Tal vez poniéndonos esa fina hoja de celofán con la que cada ser humano ve el mundo, aprendamos a encontrar esos significados que a veces no podemos ver. Es como esa visión del destino que consiste en encontrar personas que nos hagan preguntas que nosotros no nos hemos hecho. En ese sentido, Soledad cuestiona, intriga, nos muestra los significados que resuenan en su vida. Para aquel que sepa ver, es posible que sus palabras tengan los más profundos ecos. Aún si no es así, y si se trata de un simple delirio mío, me da orgullo decir que se trata de mi amiga. Me inflama el pecho saberlo, y decir que algunas de sus palabras han marcado mis días. No me queda más que agradecerlo. Hace tiempo, cuando estaba en León, solía despertarme el sonido del teléfono a media noche. Era Soledad, que tenía algo nuevo que contarme. Ahora que estoy lejos, a veces despierto esperando que mi teléfono suene. Sin embargo, el silencio impera. Ya no está esa voz detrás, hablando sobre la luz de la luna que nos alumbra, y cuyos rayos es necesario seguir para encontrarnos.

Ain't it good to know that you've got a friend
when people can be so cold
they'll hurt you, and desert you
and take your soul if you let them
oh, but don't you let them

You just call out my name
and you know wherever I am
I'll come running to see you again
winter, spring, summer or fall
all you have to do is call
and I'll be there
you've got a friend


Próximamente - Metablog # 3

1 comentario:

Érika B Carrillo dijo...

Adorable.

Eres un amigote de tus amigos. Así, en aumentativo.

Un abrazo de larga distancia.

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