domingo, 7 de mayo de 2006

En singular

Tantos abriles de manos heladas
de mañanas con el cuerpo reseco
inventé a falta de tu mirada
palabras para ocultar mis huecos
no cometimos el crimen perfecto
dejamos con vida un sueño prohibido
y utilizaste el pronombre incorrecto
para hablar del corazón confundido
pero no debes sentirte culpable
vi acercarse el abismo a mis pasos
y aunque tropezar era inevitable
me arriesgué por alcanzar tus brazos
por jugar al juego del alpinista
olvidé la razón bajo tu blusa
borré la seguridad de mi lista
para dormir al lado de mi musa
mi amiga, mi cómplice, mi Mariana
mi Winnie Cooper, mi amor clandestino
no debiste escapar con la mañana
desolando por siempre mi camino
y esta historia que empezó en plural
dejó una noche, un bandoneón
un final narrado en singular
sólo una víctima, mi corazón

- Dany Marlowe -

1 comentario:

Dany Marlowe dijo...

jajaja... Winnie Cooper es mi amor de la infancia, un personaje de una serie televisiva que se llamaba "los años maravillosos". Era tan cruel con Kevin Arnold, jajaja. Supongo que desde entonces me gustan las mujeres "peligrosas". Pues no sé sobre el estilo. Sólo salió porque tenía que salir. Hay historias así que se escriben en singular... ya me hace falta escribir una en plural... jajaja

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