Una palabra por cada disparo
de tu oleaje de mar sobre mi arena.
El vaivén de tu cuerpo de sirena
es un tifón del que no existe amparo.
Mi noche oscura busca el haz del faro
que le proyecta tu mirada obscena.
Ese tibio resplandor que encadena
mi boca opaca con tu beso claro.
La nave del buen juicio está quemada;
no quedan rastros del viejo sosiego
que escapa a mi voluntad embriagada.
Aquel canto de nereida es el fuego
en donde vuelvo a arder de madrugada
en cada sueño que a tu piel entrego.
- Dany Marlowe -
Vivimos en un mundo relativo. Nada en este mundo es verdad. Todo depende. Aún la más verdadera verdad oculta la siempre ingrata posibilidad de ser mentira. Por ello este sitio se declara mentiroso. Porque las mentiras también son relativas; y entonces, aún la más mentirosa de ellas encierra entre sus letras la sublime posibilidad de ser verdad.
jueves, 3 de febrero de 2011
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