El hilo, desde su guarida, me pidió que no lo publicara. A pesar de ello, intenté hacerlo. Los tiempos, la comunicación, las tareas necesarias, todo salió mal. El hilo sabía lo que hacía desde su escondite. Ilustrado en una lengua que no hablo y que no habla ningún ser humano, tuvo el camino fácil. Puso un freno a mis manos, a las manos de mi editora y al sueño de una editorial aún sin nacer. Si una vez me pregunté si aquel sueño podría volverse realidad, si habría algún obstáculo que podría entorpecerlo, no pude ver, para mi mala fortuna, que las novelas mismas, en sus caprichos, a veces no quieren que las lean. Lo único que queda por hacer, es respetarlas.
Vivimos en un mundo relativo. Nada en este mundo es verdad. Todo depende. Aún la más verdadera verdad oculta la siempre ingrata posibilidad de ser mentira. Por ello este sitio se declara mentiroso. Porque las mentiras también son relativas; y entonces, aún la más mentirosa de ellas encierra entre sus letras la sublime posibilidad de ser verdad.
jueves, 26 de marzo de 2009
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Sé por qué no contestas a mis palabras, el riesgo que implica que lo hagas. Bien podrías decirme que deje de escribirte, que no va a llevarm...
1 comentario:
... y empezó a descifrar el instante que estaba viviendo, decifrándolo a medida que lo vivía, profetizándose a sí mismo en el acto de decifrar la última página de los pergaminos...
[C.A.S. - GGM]
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