jueves, 26 de marzo de 2009

Capricho

El hilo, desde su guarida, me pidió que no lo publicara. A pesar de ello, intenté hacerlo. Los tiempos, la comunicación, las tareas necesarias, todo salió mal. El hilo sabía lo que hacía desde su escondite. Ilustrado en una lengua que no hablo y que no habla ningún ser humano, tuvo el camino fácil. Puso un freno a mis manos, a las manos de mi editora y al sueño de una editorial aún sin nacer. Si una vez me pregunté si aquel sueño podría volverse realidad, si habría algún obstáculo que podría entorpecerlo, no pude ver, para mi mala fortuna, que las novelas mismas, en sus caprichos, a veces no quieren que las lean. Lo único que queda por hacer, es respetarlas.

1 comentario:

Soledad dijo...

... y empezó a descifrar el instante que estaba viviendo, decifrándolo a medida que lo vivía, profetizándose a sí mismo en el acto de decifrar la última página de los pergaminos...
[C.A.S. - GGM]

Diplomacia

Sólo les produce gracia, lo que causa indignación, y a encubrir la corrupción, lo nominan «diplomacia». Y consideran audacia, que lo justo y...