miércoles, 18 de abril de 2007

Panteones (Parte 1)

Hay panteones llenos de gente, llenos de lágrimas, de recuerdos, de promesas que quedarán sin cumplir. Hay panteones llenos de ideas, pensamientos, sueños. Hay, también, panteones llenos de corazones. Lo que no saben ellos, los corazones, es que se encuentran ahí solamente de manera transitoria. Ahí van a parar únicamente para volver a nacer. Lo que muere son los enojos, las disputas, el egoísmo. Todo eso se va perdiendo con el paso del tiempo y llega un momento en el que se confunde con la tierra. La tierra que envuelve y lo cubre todo de húmeda negrura. Lo que queda después de degradarse es una semilla donde el corazón guarda los momentos felices que compartió con las personas que quiso. Esos recuerdos se quedan y de ellos brota, cuando llegan las lluvias, una nueva raíz de la que se desprenderá un tallo, y de él ramas, y de ellas, hojas y flores, y de ellas un día nacerá otro corazón. Uno que encuentre en el nuevo aire nuevas maneras de amar.

1 comentario:

Soledad dijo...

Es el ciclo de la naturaleza, de nuestro yo interno, Hermann Hesse asemeja la naturaleza y sus reglas a un insitnto profundo que llama yo interno, y ese yo interno me parece que siempre quiere seguir las reglas naturales, morir, destruirse, volverse nada y renacer. Te quiero Daniel! PD: Gracias por la publicidad, a ver si alguien le nace firmar. Ohh! no vayas a creer que es pedrada (aja).

Diplomacia

Sólo les produce gracia, lo que causa indignación, y a encubrir la corrupción, lo nominan «diplomacia». Y consideran audacia, que lo justo y...