jueves, 17 de diciembre de 2009

Mal y tarde

No quedan brasas bajo la ceniza,
ni sal sobre las letras del teclado.
El punzón de tu desdén se ha quebrado
dejando en mí una herida imprecisa.

No madura lo que no cicatriza.
Se repiten las fallas del pasado.
La pasión es un fuego despiadado,
un ciego caminando en la cornisa.

Quedan los restos fríos de un anhelo,
la boca de un pez que busca tu boca
en el filo mortal de algún anzuelo.

En la obscena soledad desemboca
el sueño de tu piel de caramelo
que nubla casi todo lo que toca.

- Dany Marlowe -

Diplomacia

Sólo les produce gracia, lo que causa indignación, y a encubrir la corrupción, lo nominan «diplomacia». Y consideran audacia, que lo justo y...