viernes, 13 de febrero de 2009

En silencio

Te puedo pedir que no cuelgues
para guardarme del recelo,
del temor de que no recuerdes
mi voz cuando empiece el deshielo.

Te puedo invadir con mi tinta,
o violentar tu boca entera
y amarte de forma distinta,
pero de la misma manera.

Te puedo despertar inquieto,
nervioso por tu lejanía,
sintiéndome tan incompleto
como un deseo sin tranvía.

Te puedo insistir con promesas
regalos, tiempo, aventuras,
intentando reunir las piezas
de una manía sin fisuras.

Pero tal vez hagamos mal
en descartar así las grietas.
Quizás el amor más real
no lo entiendan ni los poetas.

Y lo que en verdad nos une
no es tuyo, mío, ni de nadie.
Es una rosa sin perfume
tan invisible como el aire.

Te puedo amar sin hacer ruido
haciendo caso a ese misterio,
tan eterno como el latido
que hace tan bello al silencio.

- Dany Marlowe -

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